07 | 10 | 2024
Grabaciones para un país de memoria corta
Rafael Miranda Mattei
La historia, mayúscula, académica, universal, definitiva y colonial ha sido objeto de crítica y revisión durante décadas. Para nosotrxs, caribeñxs, colonizadxs, subalternxs, herederxs de un relato que nos subyuga a una genealogía clasista del conocimiento y la cultural, "el cuento de la verdad" ha sido una camisa de fuerza a la que nos hemos sometido con la esperanza de que un día nos muestre el camino a legitimar nuestra propia versión de lo ocurrido. Lamentablemente, los marcos epistemológicos que estructuran las narrativas nacionales por las que se rigen nuestras instituciones, entienden el proyecto historicista como un 'todo' enhebrador que da cuenta de un progreso lineal que organiza de manera progresiva y constante los hechos de la humanidad de manera objetiva.
Rafael J. Miranda (Bayamón, 1984), ponen en entredicho la supuesta objetividad de los hechos y nos confronta con la verdad doméstica de los sucesos. Grabaciones para un país de memoria corta, explora la ironía acumulada de un cotidiano que pasa por desapercibido entre episodios que por momentos han modelado el imaginario colectivo. Las piezas que componen esta serie son resultado de un ejercicio formal de abstracción que apropia el lenguaje impreso sobre empaques de videocasetes para crear composiciones que oscilan entre el diseño gráfico y la geometría. Las piezas son una invitación abierta a cuestionar la temporalidad, la finitud y la fragilidad de los procesos de construcción de memoria, así como de los formatos de grabación en los que hemos depositado por décadas testimonios de afecto y lucha, importantes para la construcción de nuevas narrativas socio-políticas en nuestros respectivos contextos.
El humor y espíritu juguetón que distingue la metodología en el trabajo de Miranda, permiten revisitar los resultados del más reciente proceso eleccionario y reconocernos en de sus fracasos. La política contemporáneo demanda precisamente de una reconsideración de los factores, las rúbricas y las categorías de clasificación, que insertan o excluyen de los relatos hegemónicos las historias familiares, los saberes no académicos y la cultura popular, todas fuentes de conocimiento y existencia que nos constituyen y atraviesan más allá de los radares de los visible y lo evidente.
Por eso la abstracción como estrategia, no es sólo una forma de articulación superficial de los elementos formales, es una lugar de enunciación desde el cual se declara una forma de organizar el conocimiento que escapa de las lógicas occidentales de la importancia. Miranda, no sólo replantea la memoria gráfico de los soportes de grabación, también nos invita a imaginar, en nuestros términos, el contenido de cada uno de ellos y lugar que ocupamos en su relato.
En San Juan, 7 de noviembre de 2024.
Abdiel Segarra Ríos, 2024.